10 Beneficios de la Actividad Física

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos que exija gasto de energía.

Lo anterior indica que cualquier tipo de actividad física cuenta, por ejemplo correr, caminar, saltar, montar cicla, jugar, yoga, pilates, barrer, trapear, etc.

La contraparte es el sedentarismo o inactividad física, el cual es perjudicial para la salud debido a que se asocia a mayor mortalidad, mayor riesgo de diversos tipos de cáncer, exceso de peso, alteraciones metabólicas, entre otras. Por lo anterior, la OMS recomienda realizar actividad física moderada o vigorosa diariamente, siendo de mínimo 60 minutos en los jóvenes (menores de 18 años) y de mínimo 30 minutos en adultos (18 o más años) con el fin de obtener los beneficios que se describen a continuación.

Desarrollo y fortalecimiento de los huesos, músculos y articulaciones.

Cualquier tipo de actividad física tendrá un efecto positivo sobre nuestro aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones).  Un cuerpo sin entrenamiento o sin preparación tiene mayor riesgo de fracturas y lesiones. Como dice un refrán en los gimnasios: “el que se lesiona es porque lo hizo mal o no estaba preparado”.

Desarrollo de la coordinación y control de movimientos.

La coordinación, equilibrio, control de movimientos y autopercepción del cuerpo son elementos fundamentales para la movilidad y la salud del cuerpo. La actividad física aparte de mejorar el sistema locomotor, fortalece el equilibrio y mejora la coordinación, lo cual disminuye el riesgo de caídas y de lesiones durante la vida diaria y la práctica deportiva.

Desarrollo y fortalecimiento del corazón y los pulmones.

Al corazón y los pulmones hay que ejercitarlos, por lo que la actividad física moderada o vigorosa incrementa los latidos del corazón y la frecuencia de respiración, lo que fortalece y mejora su funcionamiento, al tiempo que incrementa el desempeño físico del cuerpo; por ejemplo, si te ejercitas diaria y vigorosamente, ya no sentirás desmayo o soponcio después de correr una cuadra para alcanzar el bus.

Menor mortalidad por enfermedades

La actividad física también tiene efectos positivos en la utilización de nutrientes y en la eliminación de residuos, por lo que previene enfermedades potencialmente mortales, como enfermedades cardiacas, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, cáncer de colon y mama, entre otros.

Mejora el sistema de defensas

La realización de actividad física habitual y de intensidad moderada a vigorosa estimula el funcionamiento del sistema de defensas. Hay que recordar que el buen funcionamiento del sistema de defensas también depende de una buena alimentación, adecuado descanso, manejo del estrés de la vida cotidiana, entre otras actividades.

Ayuda a controlar el peso corporal y a mejorar la composición corporal.

La actividad física causa un gasto de energía, por lo que a mediano y largo plazo ocasiona cambios en la composición corporal (agua, músculos y grasa). La realización de actividad física habitual y de intensidad moderada a vigorosa contribuye a mejorar e incrementar la masa muscular (lo cual es bueno para la salud) y lleva a valores normales la cantidad de grasa en el cuerpo (lo cual es ideal). Por lo anterior, se recomienda la actividad física en cualquier plan para bajar o controlar el peso corporal.

Control de la ansiedad y de la depresión.

La actividad física también presenta beneficios a nivel cerebral, lo que contribuye al control de alteraciones mentales como la ansiedad y la depresión. La actividad física habitual y de intensidad moderada a vigorosa genera que el cerebro libere mayor cantidad de sustancias químicas relacionadas a estados de alegría y euforia, lo cual contrarresta los efectos negativos de las alteraciones mentales.

Mejor rendimiento cognitivo

Otro efecto positivo de la actividad física a nivel cerebral es un mejor rendimiento cognitivo o intelectual. En los jóvenes menores de 20 años, la actividad física promueve el desarrollo y maduración del cerebro, lo cual se traduce en mejor desempeño cognitivo; además, a cualquier edad la actividad física estimula la concentración, coordinación y resolución de problemas. Lo anterior se debe a que la práctica deportiva implica un estímulo o uso cerebral para su ejecución.

Desarrollo social

Hacer actividad física habitual en compañía de una o más personas permite el desarrollo social, debido a que a través de la práctica se promueven diferentes componentes sociales, como la expresión, la autoconfianza, la interacción social, la integración, entre otros. Por lo anterior, es necesario que la persona autoevalúe sus preferencias al momento de hacer actividad física: acompañado o solo, el espacio o lugar para ejecutarlo y si requiere el apoyo de otras personas.

Adopción de otros comportamientos saludables.

La actividad física es un estilo o hábito de vida saludable. Cuando se adopta dicho estilo es más probable que se empiecen a modificar positivamente otros comportamientos saludables, como alimentación saludable y menor o nulo consumo de tabaco, alcohol y drogas. Todo lo anterior se traduce en que a través de la actividad física se puede mejorar el autocuidado.

Referencia

  • OMS. Organización Mundial de la salud. “Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud.” WHO, https://www.who.int/dietphysicalactivity/es/. Accessed 08 Enero 2021.
Profesor Gustavo A. Díaz Muñoz

Profesor Gustavo A. Díaz Muñoz

Nutricionista-Dietista, Especialista y Magíster en Epidemiología. https://orcid.org/0000-0002-9216-7873 https://www.researchgate.net/profile/Gustavo_- Munoz6