El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación y/o exceso de grasa que representa un riesgo para la salud, como la diabetes, hipertensión, cáncer, entre otros. El sobrepeso y la obesidad son enfermedades complejas, causadas por diversos factores y afecta a más del 50% de los colombianos.

Las intervenciones o tratamiento del exceso de peso incluyen los cambios en el estilo de vida, entre estos, la alimentación. Sin embargo, la adherencia o cumplimiento a los planes de alimentación (incorrectamente llamadas dietas) es un obstáculo para el tratamiento del exceso de grasa corporal, por lo que han surgido otras intervenciones alimentarias enfocadas a la restricción o disminución del consumo de energía (que se mide en Calorías). Dicha restricción de Calorías se conoce como restricción intermitente de energía (RIE) y se hace consumiendo alimentos en algunos momentos del día o prolongando el ayuno entre tiempos de comida.
Dentro de las RIE están la restricción de tiempos de alimentación y el ayuno intermitente. En el primer caso, se trata de la omisión o supresión de un tiempo de comida; por otra parte, el ayuno intermitente consiste de un ayuno puro (omisión completa de comidas y bebidas) o un mínimo consumo de algunos alimentos permitidos. Por lo tanto, a continuación se describen 5 aspectos claves del ayuno intermitente.
1. Existen diversos tipos de ayuno
El tipo de ayuno intermitente ideal para cada sujeto depende del estilo de vida, estado de salud y tolerabilidad de cada persona. El ayuno intermitente consiste en dejar de comer por intervalos o espacios de tiempo específicos, siendo lo más usual ayunos de 12, 16 o hasta 24 horas en un día. Los tipos de ayuno más conocidos son el ayuno intermitente de 2-3 días, también conocido como dieta 5:2, donde hay ayuno (12-16 o 24 horas) dos veces a la semana y no consecutivos; el segundo tipo es el ayuno alterno, donde se alternan los días de ayuno y los días de alimentación cotidiana.
2. El ayuno debe ser planeado para obtener beneficios
El inicio de un plan de ayuno debe ser planeado por un nutricionista o un médico nutriólogo. Otros profesionales podrían sin querer poner en riesgo su salud. Entre los diversos tipos de ayuno, se debe definir la intensidad de restricción de alimentos (ningún alimento o algunos permitidos), la frecuencia del ayuno (el número de días a la semana) y la duración del ayuno (12 a 24 horas). Estas tres características deben tener una consistencia lógica entre sí y debe considerar la alimentación habitual.
3. No todos los ayunos conducen a la pérdida de peso.
Dependiendo de las necesidades de cada sujeto, se debe planear el tipo de ayuno. En cuanto a peso, el ayuno alterno ha demostrado mejor efecto sobre la pérdida de peso. Es de resaltar que la restricción de energía (medida en Calorías) y la actividad física son los ejes fundamentales de cualquier programa o plan de pérdida de peso. Por tanto, los días de alimentación cotidiana no deben compensar o equilibrar lo que dejó de comer en los días de ayuno.
4. El ayuno trae otros beneficios para la salud.
Dentro de los beneficios descritos se encuentra una mejor regulación de la glucosa, mejor sensibilidad hacia la insulina, control de la presión arterial y frecuencia cardíaca, aumento de la eficacia del entrenamiento de resistencia (fuerza), pérdida de grasa abdominal y posiblemente como ayudante en el tratamiento de algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
5. El ayuno puede ser perjudicial
Si no se planea bien, cualquier ayuno podría conducir a la pérdida de masa muscular (perjudicial para la salud), desnutrición, trastornos de la conducta alimentaria, alteraciones metabólicas (glucosa, colesterol, tensión arterial, entre otras) y/o perturbaciones hormonales (testosterona, andrógenos, estrógenos, tiroides, etc.).
En resumen, el ayuno intermitente es una estrategia para reducir el consumo de calorías, consistiendo en la omisión del consumo de alimentos por periodos de 12-24 horas en un día y entre 2-4 días por semana.
A pesar de tener beneficios sobre la salud, es importante el acompañamiento de un profesional idóneo para evitar daños o perjuicios a la salud.
Referencias
- Canicoba, María. “Aplicaciones clínicas del ayuno intermitente.” Revista de nutrición clínica y metabolismo, vol. 3, no. 2, 2020, pp. 97-94. Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo, https://revistanutricionclinicametabolismo.org/index.php/nutricionclinicametabolismo/article/view/174. Consultada 22 Enero 2021.
- Sandoval, Cristian, et al. “Effectiveness of intermittent fasting to potentiate weight loss or muscle gains in humans younger than 60 years old: a systematic review.” International Journal of Food Sciences and Nutrition, vol. 1868412, 2020. PubMed, 10.1080/09637486.2020.1868412. Consultada 22 Enero 2021.