El envejecimiento es un fenómeno complejo en la naturaleza y no solo es un aspecto biológico, también tiene efectos directos en aspectos sociales, culturales y evolutivos (1,2).
Al mismo tiempo, la alimentación y nutrición tienen un papel en la conservación de la salud y el retraso del envejecimiento, por lo que en este artículo se describen múltiples aspectos en que la alimentación y la nutrición contribuyen al retraso del envejecimiento.

Envejecimiento de la piel
La piel envejece por múltiples factores externos e internos. Propiamente, la piel presenta un envejecimiento cronológico y un foto-envejecimiento.
El primero se relaciona al envejecimiento debido a la edad y el segundo a la exposición de los rayos UV. Al igual que el resto del cuerpo, la piel envejece por varios procesos simultáneos, como el estrés oxidativo (acumulación excesiva de radicales libres que dañan las células), daño en los genes e inflamación (respuesta del sistema inmune, de leve y larga duración) (3).
Por lo anterior, la piel se debe cuidar mediante el consumo de agua, proteína y minerales (Cobre, hierro, zinc y selenio), los cuales se adquieren principalmente mediante el consumo de carnes, huevos y/o granos. Las vitaminas A, C, D y E (usualmente presentes en frutas y verduras) también son esenciales para prevenir el prematuro envejecimiento de la piel (3).
Envejecimiento cognitivo y neurológico
La demencia es una enfermedad de alta prevalencia en la vejez y la más conocida es la enfermedad de Alzheimer.
Existen diversas causas para la aparición de estas enfermedades, siendo uno de ellos la inflamación. Por lo anterior, el consumo simultáneo de diversos nutrientes puede prevenir la aparición y/o avance de esta enfermedad. Una alimentación con alto consumo de frutas, verduras, cereales integrales (trigo, centeno, avena), granos y pescado beneficia las funciones del cerebro y por tanto posterga la aparición del envejecimiento y enfermedades del cerebro (4).
Envejecimiento de los músculos y pérdida de la fuerza
La pérdida de músculo y fuerza (sin pérdida de peso) con el envejecimiento se puede deber a la presencia de enfermedades (diabetes, hipertensión, etc.), sedentarismo y desnutrición. Para prevenir este deterioro, es necesario mantenerse físicamente activo y consumir las cantidades adecuadas de proteína, mediante la ingesta de carnes, lácteos, huevos y/o granos (5).
Uso de suplementos y retraso del envejecimiento
Si bien los alimentos son fuentes de nutrientes, los suplementos con propósitos específicos también pueden retrasar el envejecimiento.
Cualquier producto que este destinado al mejoramiento del sistema inmune, prevención del daño de las células, reducción del daño de los radicales libres o cualquier otro mecanismo de envejecimiento puede retrasar el envejecimiento (6).
Por todo lo mencionado, es claro que el retraso del envejecimiento se puede dar en todos los componentes del cuerpo humano y se requiere de una alimentación saludable (muchas frutas, verduras, granos, pescado) y la inclusión de suplementos, con el fin de suministrar todos los nutrientes necesarios que el cuerpo utilizará para la reparación y prevención del envejecimiento prematuro.
Referencias
1. Kyriazis M. Ageing Throughout History: The Evolution of Human Lifespan. J Mol Evol. 2020 Jan;88(1):57–65.
2. Kornadt AE, Kessler E-M, Wurm S, Bowen CE, Gabrian M, Klusmann V. Views on ageing: a lifespan perspective. Eur J Ageing. 2020 Dec;17(4):387–401.
3. Cao C, Xiao Z, Wu Y, Ge C. Diet and Skin Aging-From the Perspective of Food Nutrition. Nutrients. 2020 Mar;12(3).
4. McGrattan AM, McGuinness B, McKinley MC, Kee F, Passmore P, Woodside J V, et al. Diet and Inflammation in Cognitive Ageing and Alzheimer’s Disease. Curr Nutr Rep. 2019 Jun;8(2):53–65.
5. Tournadre A, Vial G, Capel F, Soubrier M, Boirie Y. Sarcopenia. Jt bone spine. 2019 May;86(3):309–14.
6. Ros M, Carrascosa JM. Current nutritional and pharmacological anti-aging interventions. Biochim Biophys acta Mol basis Dis. 2020 Mar;1866(3):165612.