Resumen: el envejecimiento se debe al daño recibido en las células y causado por inadecuados estilos de vida (sedentarismo, consumo de sustancias nocivas, contaminación, entre otros), por lo que se deben promover hábitos saludables y el consumo de suplementos que protejan las células del cuerpo y retrasen el proceso de envejecimiento.
El envejecimiento es un fenómeno complejo en la naturaleza y se relaciona con la esperanza de vida. Las tortugas de los galápagos pueden vivir hasta 180 años, algunos tiburones viven 400 años, el árbol tejo (Taxus baccata) puede llegar a los 5000 años, ciertas moscas viven 30 minutos y el ser humano vivía hasta los 35 años antes del 1500 DC. (1) Además, el envejecimiento no solo es un aspecto biológico, también tiene efectos directos en aspectos sociales, culturales y evolutivos.(2)

La definición de envejecimiento es compleja y hasta confusa, debido a que depende del punto de vista de cada disciplina o ciencia. A nivel de la salud, el envejecimiento se define como la perdida de funciones relacionadas al tiempo, lo que indica que por el transcurso del tiempo y el efecto de otros factores (actividad física, alimentación, consumo de sustancias nocivas, contaminación ambiental, exposición a radiación, etc.) se generan daños que no son completamente reparados, ocasionando el envejecimiento y la enfermedad. (1)
Por lo anterior, la ciencia ha plateado diversos mecanismos o formas por las cuales el cuerpo humano envejece, lo cual facilita la creación de productos y medicamentos que ayudan a prevenir y retrasar el envejecimiento.
Una primera explicación al envejecimiento es la acumulación de daños en los genes y su correspondiente transmisión o herencia a la descendencia. Los genes son el mecanismo de programación de cualquier individuo, determina cada detalle del cuerpo (color, forma, tamaño, funciones, etc.) y se almacena en cada célula del cuerpo; cualquier sustancia que esté en contacto con el cuerpo humano, tiene un efecto benéfico (vitaminas, minerales, agua, antioxidantes, entre otros) o perjudicial (cigarrillo, alcohol, exceso de grasas, sedentarismo, etc.) sobre las células y los genes. Los daños recibidos se pueden ir acumulando, se generan defectos en las funciones de los genes, luego se produce enfermedad/ envejecimiento y se pueden transmitir o heredar a la descendencia (hijos, nietos, bisnietos y así sucesivamente). Un ejemplo de lo anterior es la mayor probabilidad de desarrollar cáncer, diabetes o enfermedades mentales si un familiar cercano las ha sufrido. (1)
Por lo anterior, cualquier acción o intervención (medicamentos, suplementos, estilos de vida saludable) que prevengan la aparición de dichas enfermedades o retrasen la aparición de sus complicaciones también contribuyen a retrasar el envejecimiento.
No solo hay daño a los genes, otra explicación es que tenemos genes que nos mantienen jóvenes y saludables, pero por diversas razones (transcurso de tiempo, disminución de sus propias características, sustancias nocivas, entre otros), los mismos genes pierden su efecto benéfico y empiezan a disminuir sus funciones, ocasionando que se acumulen daños y suframos del proceso de envejecimiento. Un ejemplo de lo anterior es que el proceso de envejecimiento también sucede en personas que mantienen un estilo de vida saludable (monjes, ermitaños, veganos, entre otros), aunque es de menor velocidad e impacto que en personas con inadecuados hábitos de vida. (1)
Por tanto, el consumo de suplementos que garanticen una nutrición a nivel celular, pueden contribuir al mantenimiento y prolongación en el tiempo de las funciones de genes que deben preservarnos jóvenes, es decir, dichos productos pueden contribuir a retrasar el envejecimiento.
Como se observa, estas explicaciones al envejecimiento tienen en común el daño o pérdida de la función de los genes, lo que ocasiona daño en el cuerpo y se genera el envejecimiento. Es decir, lo realmente importante es comprender que los factores de nuestro entorno (alimentación, ejercicio, cigarrillo, contaminación, por nombrar algunos) interactúan con el cuerpo y como resultado se envejece. Esta concepción, permite que la ciencia aborde el envejecimiento como una enfermedad que puede ser prevenible y tratada, mediante una buena alimentación, estilos de vida saludable y el consumo de suplementos que promuevan la preservación de los genes y las células.
Referencias
1. Kyriazis M. Ageing Throughout History: The Evolution of Human Lifespan. J Mol Evol. 2020 Jan;88(1):57–65.
2. Kornadt AE, Kessler E-M, Wurm S, Bowen CE, Gabrian M, Klusmann V. Views on ageing: a lifespan perspective. Eur J Ageing. 2020 Dec;17(4):387–401.