Manteniendo joven el cuerpo con Nutrición Celular

Resumen: mantener la funcionalidad y vitalidad del cuerpo es posible gracias a la nutrición celular, la cual consiste en aportar los nutrientes y cuidados para optimizar y alargar el funcionamiento celular. Lo anterior se logra adoptando hábitos o estilos de vida saludable.

El cuerpo se deteriora con el transcurso del tiempo y se debe a varios mecanismos internos que actúan simultánea y constantemente, entre estos:

  • El daño en los genes y el DNA (elementos microscópicos que contienen la información para cada función del cuerpo; están almacenados en los cromosomas y que a su vez se guardan en el núcleo de cada célula del cuerpo).
  • Reducción del tamaño del telomero (parte final del cromosoma).
  • Disminución de la regulación de la elaboración de proteínas (sustancia química que conforma las células y se obtiene de los alimentos) en el cuerpo.
  • Disminución de las funciones del metabolismo (reacciones químicas que suceden en cada célula, con el fin de asimilar los nutrientes y realizar las funciones vitales).
  • Acumulación de células envejecidas y pérdida de la comunicación entre las células (unidad microscópica que compone a los seres vivos) (1).

Este proceso de deterioro está influenciado por factores genéticos, metabólicos y extrínsecos (polución, alimentación, sedentarismo, estrés emocional, entre otros) (1–4). Estos factores externos producen oxidantes, entre ellos los radicales libres, que pueden generar daño (en un proceso llamado estrés oxidativo) permanente o temporal en las células y los genes, causando envejecimiento y enfermedades (5). Sin embargo, se pueden emplear múltiples estrategias para conservar la salud y bienestar del cuerpo, mediante la nutrición celular, la cual consiste en el aporte de nutrientes y cuidados que prolongarán la vida útil y saludable de cada célula, lo cual conducirá a la prevención de enfermedades y retraso del proceso de envejecimiento (6).

La primera táctica es tener una alimentación con alto predominio de alimentos de origen vegetal, específicamente plantas o verduras, frutas, semillas y granos. Las propiedades antienvejecimiento de estos alimentos se arraiga en su alto aporte de fibra, vitaminas y minerales, que ayudan a disminuir la inflamación generada por el sistema inmune y aportan altas cantidades de antioxidantes, los cuales protegen al cuerpo y sus células de los daños causados por agentes oxidantes (como los radicales libres). En este sentido, la inclusión de suplementos con aportes de proteínas, vitaminas y otras sustancias químicas naturales también logran un efecto positivo en la preservación de la salud y un envejecimiento saludable (6–11).

Además de lo anterior, si desea hacer cambios rotundos en su vida, una dieta vegetariana o una alimentación con bajo consumo de calorías, tendrán un efecto positivo sobre la prevención de enfermedades y mayor bienestar a largo plazo (1,6,8,9).

Otra táctica para mantener saludable por más tiempo el cuerpo es realizar actividad física. En la evidencia científica, las personas físicamente activas han demostrado menor envejecimiento que las personas sedentarias. Es de resaltar que el tipo e intensidad de ejercicio depende de la edad, en personas jóvenes se recomienda ejercicio intenso y vigoroso, pero en adultos mayores, ejercicios recreativos y mantenerse activo es adecuado (6,11–13).

Una tercera estrategia es el control del peso. La evidencia científica indica que personas con exceso de peso (sobrepeso u obesidad) presentan mayor velocidad de daño en las células, lo que genera la aparición prematura o temprana de enfermedades y por ende, envejecimiento (6,10).

Evitar el exceso de alcohol y no fumar son dos acciones que deben predominar para mantener por más tiempo la vida útil y saludable de nuestras células. Un alto consumo de estas sustancias podrían significar hasta 10 años biológicos más respecto a personas que no consumen estas sustancias (6,9).

Otro factor que contribuye a la preservación de la funcionalidad del cuerpo es la salud mental. Propiamente, la ansiedad, el estrés de la vida diaria y la privación del sueño (calidad y/o cantidad) disminuyen la vida útil saludable de las células, es decir, padecer uno o más de estos problemas incrementan la velocidad de envejecimiento (6)

Finalmente, una vez más se demuestra que seguir estilos o hábitos de vida saludable contribuyen a la preservación de la salud y mayor vida útil saludable de todas las células. Por tanto, nunca es tarde para dar el cambio que su salud necesita.

Referencias

1. Li Z, Zhang Z, Ren Y, Wang Y, Fang J, Yue H, et al. Aging and age-related diseases: from mechanisms to therapeutic strategies. Biogerontology. 2021 Apr;22(2):165–87.

2. Rodrigues LP, Teixeira VR, Alencar-Silva T, Simonassi-Paiva B, Pereira RW, Pogue R, et al. Hallmarks of aging and immunosenescence: Connecting the dots. Cytokine Growth Factor Rev. 2021 Jan;

3. Bertheloot D, Latz E, Franklin BS. Necroptosis, pyroptosis and apoptosis: an intricate game of cell death. Cell Mol Immunol. 2021 Mar;(3):1–16.

4. Rocamora-Reverte L, Melzer FL, Würzner R, Weinberger B. The Complex Role of Regulatory T Cells in Immunity and Aging. Front Immunol. 2020;11:616949.

5. Mercurio V, Cuomo A, Cadeddu Dessalvi C, Deidda M, Di Lisi D, Novo G, et al. Redox Imbalances in Ageing and Metabolic Alterations: Implications in Cancer and  Cardiac Diseases. An Overview from the Working Group of Cardiotoxicity and Cardioprotection of the Italian Society of Cardiology (SIC). Antioxidants (Basel, Switzerland). 2020 Jul;9(7).

6. Vidacek NŠ, Nanic L, Ravlic S, Sopta M, Geric M, Gajski G, et al. Telomeres, Nutrition, and Longevity: Can We Really Navigate Our Aging? J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2017 Dec;73(1):39–47.

7. Crous-Bou M, Molinuevo J-L, Sala-Vila A. Plant-Rich Dietary Patterns, Plant Foods and Nutrients, and Telomere Length. Adv Nutr. 2019 Nov;10(Suppl_4):S296–303.

8. Freitas-Simoes T-M, Ros E, Sala-Vila A. Telomere length as a biomarker of accelerated aging: is it influenced by dietary  intake? Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2018 Nov;21(6):430–6.

9. Freitas-Simoes T-M, Ros E, Sala-Vila A. Nutrients, foods, dietary patterns and telomere length: Update of epidemiological  studies and randomized trials. Metabolism. 2016 Apr;65(4):406–15.

10. Sindi S, Solomon A, Kåreholt I, Hovatta I, Antikainen R, Hänninen T, et al. Telomere Length Change in a Multidomain Lifestyle Intervention to Prevent Cognitive  Decline: A Randomized Clinical Trial. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2021 Feb;76(3):491–8.

11. Navarro-Ibarra MJ, Hernández J, Caire-Juvera G. Diet, physical activity and telomere length in adults. Nutr Hosp. 2019 Dec;36(6):1403–17.

12. OMS | Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud. WHO. 2019;

13. Balan E, Decottignies A, Deldicque L. Physical Activity and Nutrition: Two Promising Strategies for Telomere Maintenance? Nutrients. 2018 Dec;10(12).

Profesor Gustavo A. Díaz Muñoz

Profesor Gustavo A. Díaz Muñoz

Nutricionista-Dietista, Especialista y Magíster en Epidemiología. https://orcid.org/0000-0002-9216-7873 https://www.researchgate.net/profile/Gustavo_- Munoz6